Mantener un sistema inmunológico fuerte es clave para protegerse de enfermedades, sobre todo cuando bajan las temperaturas.

La buena noticia es que una alimentación equilibrada puede marcar la diferencia. Incluye en tu dieta: frutas y verduras ricas en vitamina C, como naranjas, kiwis, pimientos y brócoli, que ayudan a fortalecer las defensas,

Añade proteínas de calidad: pollo, pescado, legumbres y lácteos, para apoyar la producción de células inmunitarias,

Además, las grasas saludables, presentes en la palta, nueces y semillas, contribuyen a una respuesta inmunológica efectiva.

Es importante también cuidar tu microbiota intestinal, ya que un intestino saludable ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Para ello, consume alimentos ricos en fibra, como cereales integrales, frutas y verduras, y alimentos fermentados como yogur, kéfir y chucrut, que promueven una flora intestinal equilibrada.

No olvides hidratarte bien y evitar el exceso de azúcares y procesados, ya que estos pueden afectar negativamente tu microbiota y tu sistema inmunológico.

Una alimentación variada y balanceada, que cuide tu salud, es tu mejor aliada para estar más protegido.