Alimentación para un corazón sano

¿Sabías que modificando algunas conductas de alimentación podes mejorar la salud de tu corazón y disminuir factores de riesgo?

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Pero desde la alimentación y la adopción de hábitos saludables, podemos abarcar la mayoría de los factores de riesgo. Es importante llevar a cabo un cambio de hábitos a largo plazo, adoptando conductas que llevarán a tener un corazón sano:

Aumentar el consumo de: Disminuir el consumo de:

Grasas saludables: pescados, mariscos, frutos secos, aceite de oliva, palta, semillas.

Sal y alimentos salados.

Frutas y verduras: 5 porciones por día.

Azúcar, dulces y harinas refinadas.

Granos enteros, legumbres y harinas integrales.

Grasas animales y productos que las contengan, como quesos duros, fiambres, embutidos, vísceras.

Alimentos fuente de antioxidantes como: frutos rojos, nueces, legumbres, brócoli, tomate, uvas, té verde, y con moderación (ya que favorecen el aumento de peso) vino tinto, cerveza y chocolate amargo.

Alimentos que contengan grasas saturadas y/o trans, como snacks, galletitas, golosinas o productos de panadería

También existen factores de riesgo que pueden ser modificables con un cambio en el estilo de vida, como:

Sobrepeso y obesidad Colesterol elevado
Hipertensión arterial (presión alta) Sedentarismo
Diabetes
Tabaquismo
   

Si tenés algunos de estos factores, buscá la información y recomendaciones específicas.

¡Importante!

Realizá actividad física: caminá o salí a andar en bicicleta, practicá algún deporte o actividad física programada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja 30 minutos diarios, para mejorar tu salud física y emocional.

Lic. en Nutrición Cristina Maceira (M.N. 1390)