Cuando los termómetros suben más de lo habitual, mantenernos frescos durante el verano es primordial. Las altas temperaturas pueden desencadenar golpes de calor, especialmente en la población con mayor riesgo, ancianos y niños. Por ello, en esta época del año se incrementa el uso del aire acondicionado.
El aire acondicionado es un medio de confort para contra el calor intenso, que nos permite dormir mejor, trabajar en forma más confortable o mantener un ambiente de bienestar en el interior de cualquier vivienda, oficina, vehículo.
Sin embargo, su mal uso o el abuso de estos aparatos puede repercutir de forma negativa en la salud, con aspectos en su contra, como por ejemplo, ocasionar sequedad de mucosas, absorber la humedad del espacio, lo que además de deshidratación puede producir síntomas como irritación ocular, sequedad de la piel originando irritaciones dérmicas o exacerbando afecciones preexistentes, como los eccemas e incluso dolor de garganta, causar problemas respiratorios y favorecer las infecciones de esas vías.
La mayoría de los casos de faringitis (inflamación de la parte posterior de la faringe) conocida comúnmente como dolor de garganta, carraspera o irritación en esta zona y que a menudo empeora al tragar o al hablar, suele suceder durante los meses invernales, pero durante el verano también se produce, en muchas ocasiones, debido al uso excesivo del aire acondicionado. Dos motivos llevan a eso. El primero es la acción de mover el aire que está en el ambiente, por lo que la transmisión de patógenos puede ser mayor si no se ventilan bien los espacios físicos. Por otra parte, el aire frío que produce altera los sistemas de defensa naturales de la nariz y la garganta.
En personas con antecedentes de asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica u otras patologías pulmonares, la exposición al aire frío puede resultar perjudicial, al provocar una inflamación de la mucosa del árbol bronquial, lo cual actúa como un factor de riesgo para el desarrollo de infecciones y la exacerbación de crisis asmáticas y episodios de bronquitis.
La enfermedad de los ojos secos aparece cuando las lágrimas no pueden lubricar los ojos de forma adecuada. Esta inestabilidad lagrimal deriva en inflamación y daño de la superficie del ojo. Es posible padecer ojos secos en determinadas situaciones, como en un avión o en una habitación con aire acondicionado, entre otras.
La exposición prolongada al frío del aire acondicionado afecta también al sistema músculo-esquelético, pudiendo ocasionar contracturas musculares, dolores cervicales, lumbalgias, tortícolis. Es importante limitar el tiempo de exposición, pero sobre todo evitar que el aire frío incida directamente sobre el cuerpo.
Con el fin de evitar los inconvenientes que puede generar el uso del aire acondicionado, se recomienda tomar algunas precauciones, como:
Fuente: