La hepatitis es la inflamación del hígado, el órgano que procesa los nutrientes, sintetiza las proteínas y cumple una función desintoxicante. Cuando una persona contrae hepatitis, el hígado altera su funcionamiento. En la mayoría de los casos es producida por un virus. En otros, puede producirse por el consumo excesivo de alcohol o por algunas toxinas o determinadas afecciones médicas.
Existen varios tipos de hepatitis virales: A, B, C, D y E. Los más comunes son hepatitis A, B y C.
Su propagación está relacionada con la mala higiene de los alimentos, el agua insalubre y la falta de saneamiento.
Cómo prevenirlas:
Se han obtenido vacunas seguras y eficaces contra el virus de la hepatitis E, pero no poseen una distribución amplia.
Se propagan través del contacto con sangre, semen y otros líquidos corporales infectados. Una mujer que tiene hepatitis B puede transmitírsela al bebe durante el parto.
Las infecciones por el virus de la hepatitis D solo ocurren en las personas infectadas previamente con hepatitis B.
Cómo prevenirlas:
No hay vacuna contra la infección por el virus de la hepatitis C.
En general, las hepatitis no generan síntomas. En caso de que manifiesten, los mismos pueden ser:
Fuentes: Organización Mundial de la Salud, Ministerio de Salud de la Nación, Fundación Huésped y MedlinePlus.