Contamos hoy con datos alarmantes sobre el impacto diferencial que la pandemia mundial ha tenido en la vida de las mujeres.

Según la Organización Mundial de la Salud, el impacto social y económico de la pandemia a nivel mundial afecta severamente a las mujeres, que representan alrededor del 50% de la población trabajadora y que, además, han visto aumentadas en 70% la dedicación a tareas de cuidados no remunerado (el triple en relación a los hombres), a causa del cierre de las escuelas, comedores escolares y comunitarios se vieron redobladas este tipo de tareas.

Desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio el promedio diario de comunicaciones a la línea nacional de consultas 144 muestra un aumento del 20% respecto al mismo lapso de tiempo anterior a las medidas de aislamiento. Se recibieron alrededor 53 mil consultas vinculadas a violencia de género. Casi la totalidad de las personas refirieron sufrir violencia psicológica por parte de su agresor y el 67% refirió haber atravesado una situación de violencia física.

El 83% de los casos involucra a una pareja o expareja como agresor.

El 89% de las consultas corresponden a la modalidad violencia doméstica, la que se produce al interior de los propios hogares, es decir, que el aislamiento incrementa las situaciones de violencia y las agrava, porque es ejercida en el interior del hogar, la victima convive con su agresor y se encuentra aislada de su red y de los recursos que pueden ayudarla.

Si tenemos en cuenta que menos del 40 por ciento de las mujeres que sufren violencia buscan ayuda de algún tipo o denuncian el delito, las circunstancias actuales complican todavía más la posibilidad de denunciar, debido a las limitaciones de las mujeres para acceder a teléfonos y líneas de atención.

Según las estadísticas de La Casa del Encuentro, durante el primer trimestre de aislamiento ocurrieron 57 femicidios de los cuales el 71% ocurrieron dentro del hogar de la víctima y el 65% fue asesinada por su pareja o expareja. Como consecuencia de ello, 77 hijos e hijas quedaron sin madre, y en su mayoría, son menores de edad. 1 de cada 6 de las mujeres asesinadas había realizado una denuncia previa. 4 de las víctimas eran niñas.

Amnistía Internacional señaló que el aislamiento obligatorio, pese a ser una medida para reducir los riesgos de contagio, provoca que las mujeres estén más expuestas a la violencia doméstica.

La crisis económica causada por la pandemia, trae aparejada la pérdida de medios de vida, ingresos o de trabajo, afectando de manera desproporcionada a las mujeres y genera barreras adicionales para alejarse del perpetrador y denunciarlo debido a la dependencia y/o extorsión económica. La pérdida de autonomía económica tiende a demorar las estrategias de salida de las situaciones de violencia de género.

Cuando aparezca la vacuna para curar el COVID-19, ¿Procurará el mundo una solución a la pandemia de la violencia hacia las mujeres?

 

Referencia bibliográficas:

Revista judicial La ley 2020 n° 66.
Revista judicial La ley 2020 n° 67.
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