Según la ley 27736
Igual que las otras formas presenciales de violencia contra las mujeres, el acoso y la violencia digital afectan a las víctimas en su vida fuera de línea, provocando depresión y ansiedad, estado permanente de alerta frente a la amenaza en línea, dificultades para socializar, ideas autodestructivas y suicidas, dificultades en la comunicación familiar, aislamiento, constante sensación de miedo e inseguridad, autoinculpación, angustia general, soledad, entre otras. Todo ello puede incidir en su salud general. como problemas alimenticios, tensión arterial, etc.
Video: #cambiareltrato / Fundación Avon
La agresión física, el acoso u hostigamiento psicológico, el acoso sexual y el ciber acoso ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida.