El VIH se encuentra en la sangre, el líquido preseminal, el semen, los fluidos vaginales y la leche materna, y se transmite a través del contacto de estos fluidos con las mucosas o el torrente sanguíneo de otra persona.
Las vías de transmisión comprobadas son pocas y bien definidas:
Tan importante como saber de qué manera se transmite el virus, es saber qué conductas o prácticas no lo hacen. Tener relaciones sexuales utilizando preservativo, un estornudo, la picadura de un mosquito, compartir la vajilla o los mismos servicios higiénicos o la depilación con cera, no transmiten el virus. La saliva, las lágrimas, el sudor, el aire y el agua, al igual que los alimentos no son vehículos de transmisión.
Tampoco lo son el practicar deportes, besar, abrazar, dar la mano, jugar, trabajar o estudiar, compartir duchas o piscinas e intercambiar ropa con personas con VIH. Quien recibe una transfusión de sangre debidamente controlada, no corre riesgos. La Ley Nacional de sida exige el control de toda sangre a transfundir. Todo procedimiento que incluya riesgo de corte o punción (pinchazo) debe ser efectuado con material descartable o esterilizado.
El VIH no tiene síntomas. Por lo tanto, la única manera de saber si alguien lo contrajo es a través de un test.
El test de VIH es un análisis de sangre que detecta la presencia de anticuerpos al VIH. Existen dos tipos de test: el llamado ELISA que es una extracción de sangre y se realiza en un laboratorio y el test rápido, para el que se depositan unas gotas de sangre de la yema de un dedo sobre una tira reactiva y cuyo resultado se obtiene veinte minutos después. En ambos casos, si el resultado es positivo, debe ser confirmado con una prueba de laboratorio denominada Western Blot.
El análisis de VIH es voluntario, confidencial y no requiere orden médica. En todos los hospitales públicos y centros de salud es gratuito. Encontrá acá dónde hacer el test.
Una vez producida la infección, los anticuerpos tardan entre 3 y 4 semanas en ser detectados. Es decir que durante este tiempo, llamado “período ventana”, los análisis pueden resultar negativos aunque la persona tenga el virus. Es por eso que cuando hubo una situación de riesgo, si el análisis se hizo durante el mes siguiente y el resultado fue negativo, se recomienda repetirlo.
Si bien no existe cura para el VIH, existe un tratamiento llamado Tratamiento Antirretroviral Altamente Activo que consiste en una combinación de diferentes medicamentos que cumplen distintas funciones. Se conoce también como “cóctel” debido a la gran cantidad de pastillas diferentes que se requerían al inicio de la epidemia. Con el tiempo y gracias a la investigación, estos tratamientos se fueron simplificando y actualmente contamos con esquemas con muchos menos comprimidos, muy efectivos y seguros. Inclusive, una pastilla por día puede combinar varios fármacos con mejor eficacia que los primeros cócteles.
El tratamiento evita la replicación del VIH. No cura la infección, pero evita que el virus se multiplique y que destruya las defensas del cuerpo, disminuyendo la cantidad de virus en sangre al punto de mantenerlo en forma indetectable. Es decir, que los análisis no logran detectarlo. Sin embargo, esto no significa que el VIH no esté en el cuerpo. En menor cantidad, el virus sí se encuentra en los fluidos del cuerpo.
El tratamiento es crónico y debe seguirse según indicaciones médicas. Si las personas suspenden el tratamiento, a los pocos días presentan un aumento de la cantidad de virus.
Si una persona con VIH tiene carga viral indetectable por más de 6 meses y es adherente a su tratamiento, los estudios han mostrado que no se verificaron casos de transmisión sexual del VIH. Es importante destacar que en el caso de lactancia materna sí se han identificado casos de transmisión, aún cuando la madre estuvo indetectable, por lo que este concepto no aplica en estos casos.
Este nuevo descubrimiento, ha ayudado a disminuir el estigma de las personas que viven con VIH. Además, pueden decidir, en conjunto con su pareja, abordando miedos, deseos y preferencias, si utilizan o no preservativo y en el caso de las personas gestantes, pueden decidir buscar un hijo.
Fuente: Fundación Huésped