El calcio es un mineral necesario para mantener los huesos fuertes. La falta de calcio produce densidad ósea baja aumentando el riesgo de provocar que los huesos se vuelvan quebradizos y frágiles. Estos huesos débiles pueden fracturarse fácilmente, incluso sin una causa evidente, lo que se conoce como fractura espontánea.
La vitamina D interviene favorablemente en la absorción del calcio. Consumir alimentos que proporcionan cantidades adecuadas de calcio, vitamina D y proteínas, es esencial en la salud ósea. Este tipo de alimentación es primordial para producir y mantener los huesos fuertes.
La formación de la malla ósea del hueso sucede hasta los 30 años aproximadamente, por lo cual es sumamente importante la ingesta de lácteos y alimentos con calcio en edades más tempranas.
Después de esa edad, el calcio comienza a salir de los huesos con facilidad, predisponiendo a la osteopenia y luego a la osteoporosis. Situaciones que pueden y deben evitarse.
Las cantidades de calcio se expresan en miligramos (mg) y las de vitamina D se expresan en unidades internacionales (UI).
Demasiado calcio o vitamina D pueden ocasionar problemas como aumentar el riesgo de cálculos renales, por eso, los límites recomendados son:
Los quesos y los productos lácteos son la mejor fuente de calcio. Estos productos contienen una forma de calcio que el organismo puede absorber fácilmente. Elija yogures, quesos y lácteos descremados, lo importante es el calcio y no sus grasas saturadas.
Las hortalizas de hoja verde, el brócoli, la col rizada, la acelga y el repollo chino, las frutas secas (almendras, nueces), las semillas como sésamo integral, lino, etc, son buenas fuentes de calcio.
Otros consejos para proteger el calcio de los alimentos y su optima absorción:
Conociendo los requerimientos recomendados de calcio y vitamina D, es más fácil mirar las etiquetas de los alimentos y cubrir las cantidades necesarias.
Muchos alimentos están suplementados con Calcio, siendo estos una muy buena opción: